La glándula prostática sintetizainmunoglobulinas, regula la consistencia del semen con la ayuda de una secreción específica, controla el proceso de micción y eyaculación. La penetración de patógenos en la cavidad de este órgano provoca prostatitis, una inflamación que ocurre de forma aguda o crónica.
Causas y mecanismo de desarrollo de la enfermedad.
La prostatitis comienza con la penetración y reproducción de agentes patógenos en la cavidad del órgano. Estos son patógenos extracelulares o su propia microflora de la superficie de la piel o membranas mucosas:
- colibacillus;
- Proteo;
- enterococo;
- estafilococo;
- enterobacter;
- Neumococo.
En presencia de ETS o enfermedades infecciosas de los órganos internos, lo siguiente puede penetrar en la luz de la glándula prostática:
- treponema pálido;
- ureaplasma;
- Trichomonas;
- Pseudomonas aeruginosa;
- bacilo de Koch.
En la próstata, la flora patógena asciende desde la uretra. Con menos frecuencia, a través del torrente sanguíneo o con el flujo de linfa del órgano infectado. Varios factores provocadores afectan la tasa de desarrollo de la enfermedad y la intensidad de los síntomas:
- anomalías en la estructura del cuello de la vejiga;
- estenosis de la uretra;
- las consecuencias del cateterismo posoperatorio;
- inmunidad disminuida en el contexto de enfermedades crónicas y sistémicas, hipotermia, sobrecarga física, trabajo duro;
- violación de la salida de sangre y linfa en el área pélvica;
- vida sexual promiscua o irregular.
Un suministro de sangre activo y un ambiente húmedo y cerrado en la cavidad prostática promueve la reproducción sin obstáculos de patógenos. El secreto producido por la glándula se espesa, se altera su salida. La infiltración se acumula gradualmente en la luz, la inflamación progresa.
El curso de la prostatitis aguda.
La inflamación primaria suele desarrollarse de forma aguda. En promedio, el paciente siente sus signos clínicos 5-7 días después de la infección. Sus síntomas son vívidos, es imposible no notarlos:
- dolor intenso y constante en la región perineal, que se irradia al escroto, pene, ano;
- Trastornos de la diuresis: micción frecuente y dolorosa, falsos deseos, chorro de orina turbio intermitente y lento:
- secreción serosa o purulenta de la uretra con un olor acre desagradable;
- intoxicación general: escalofríos, aumento brusco de la temperatura corporal, debilidad física, debilidad.
La mayoría de las personas que padecen prostatitis aguda tienen una función sexual deteriorada. La excitación está completamente ausente o no conduce a una erección normal ni a la capacidad de tener relaciones sexuales. El semen puede contener pus o sangre.
Los síntomas de la prostatitis bacteriana dependen de los cambios morfológicos y las etapas de la enfermedad:
- La inflamación catarral, que se desarrolla al principio, afecta los conductos del órgano y conduce a la aparición de dolores sordos y profundos. La fiebre suele estar ausente, el estado de salud en general es satisfactorio.
- El proceso inflamatorio captura uno o ambos lóbulos de la glándula: progresa la prostatitis folicular. Los tejidos se hinchan, aumenta la cantidad de infiltrado en la luz. El dolor es insoportable constantemente, aumenta con el movimiento. Dificultad para orinar
- La etapa parenquimatosa ocurre cuando todo el cuerpo de la próstata se ve afectado. El funcionamiento de la vejiga y el recto es difícil debido a la fuerte compresión de las paredes inflamadas e hinchadas de la glándula. El dolor en el perineo se vuelve insoportable. Aparecen impurezas purulentas y sanguinolentas en la orina, la temperatura corporal se eleva a 39 ° C y más.
La demora en el tratamiento provoca una enfermedad crónica. Las complicaciones son posibles: obstrucción del canal uretral, fístulas, abscesos, pielonefritis, sepsis.
Prostatitis crónica
Se desarrolla a partir de una enfermedad aguda no tratada, pero con mayor frecuencia se forma como una enfermedad independiente. La inflamación lenta es causada por una respuesta inmune insuficiente a la penetración de la infección, una pequeña cantidad de microorganismos patógenos o la naturaleza aséptica de la enfermedad. En este último caso, la patología es provocada por el estancamiento de las secreciones, alteraciones en la estructura de los tejidos de la próstata, la permeabilidad de sus conductos.
Los signos de intoxicación y dolor severo en la prostatitis bacteriana crónica ocurren solo con exacerbaciones. Durante el período de latencia, la enfermedad se manifiesta con trastornos urinarios periódicos y malestar físico. La necesidad de ir al baño es más frecuente por la noche, después de estar en el frío. La diuresis a veces se acompaña de una ligera sensación de ardor. La disfunción eréctil es común.
La prostatitis crónica puede durar años con brotes ocasionales. Un curso a largo plazo conduce a la formación de áreas fibrosas en el parénquima, provoca el desarrollo de impotencia, infertilidad y tumores oncológicos.
Cómo diagnosticar y tratar la prostatitis.
Si sospecha el desarrollo de inflamación de la próstata, debe comunicarse con un urólogo. El diagnóstico presuntivo se confirma mediante cultivo bacteriano de la secreción de la glándula. Si es imposible obtenerlo, se examina un frotis de uretra, muestra de orina y líquido seminal. Además de la siembra bacteriana, se examinan análisis de sangre y orina, se realiza una ecografía de la próstata.
El tratamiento de la prostatitis infecciosa aguda se lleva a cabo en un entorno clínico en el Departamento de Urología.
- El objetivo principal es suprimir el patógeno, aliviar la inflamación y prevenir complicaciones. Al paciente se le prescribe un curso de antibióticos. Se utilizan inyecciones de fármacos de los grupos de tetraciclinas, cefalosporinas, fluoroquinolonas o penicilinas, dependiendo de qué infección haya causado la enfermedad. Duración de la terapia: de varios días a 2-4 semanas.
- Para restaurar la función de la micción y aliviar los síntomas agudos, se recetan de manera integral relajantes musculares, analgésicos antiinflamatorios y antiespasmódicos.
- La terapia específica se complementa con preparaciones de vitaminas y minerales, inmunomoduladores.
En las primeras etapas, la inflamación sin complicaciones se cura por completo.
La prostatitis crónica no requiere hospitalización. El paciente se somete al curso de la terapia con antibióticos en el hogar, observando las restricciones necesarias.
Paralelamente, es necesario someterse a un tratamiento para posibles enfermedades provocadoras: bronquitis, pielonefritis, colecistitis, infecciones genitourinarias.
El tratamiento principal sin exacerbación se complementa con métodos fisioterapéuticos: procedimientos de ultrasonido, magnetoterapia, exposición al láser.
Durante el período de terapia, se deben excluir el alcohol, las especias picantes, los adobos, los encurtidos, los alimentos grasos, enlatados y ahumados. Se recomienda incluir en la dieta hierbas frescas, verduras, frutos secos, pescado, carnes magras.
El éxito del tratamiento de la forma crónica en cada caso depende de la duración de la enfermedad, el daño del tejido orgánico existente, los trastornos concomitantes en el funcionamiento de los riñones y la vejiga.